Tinieblas en el puerto no dejan ver lo que se oculta tras aquellas esquinas, tan familiares eran que pensabas que las conocías de memoria, pero cada momento que pasa las curvas van perdiendo la amabilidad y la suavidad, volviéndose borde filosos a los que no te atreves acercarte, los muros se acercan, se van cerrando las calles y los callejones se hacen eternos, no encontraras la salida y morirán en ese lugar las intenciones de cruzar ese lugar que tu conocías, todo por el miedo y ese puerto que no te reconoció, te menospreció, la espalda te dio y como un extraño te trato.
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